Leernos, es leerte

domingo, 27 de enero de 2008

Amores de Verano



Hablando con Kevin, comente la situación de que no tengo prenda alguna para escribir. Debido a esto, me propuso escribir sobre los amores de verano. Así que manos a la obra.
Primero que nada, a mi entender, cuando catalogamos algún episodio como amor de verano es básicamente por tres motivos: ocurrió en verano (ja!), es muy intenso y no duró.
Durante las vacaciones sucede que nos vamos a un lugar a disfrutar de la costa o las montañas, tenemos más tiempo para nuestros otros intereses o mismo para salir por ahí a dar una vuelta y compartir el día con amigos. Cada uno toma ese lapso de no-rutina y lo usa de la manera que más le parece. En ese momento sucede también que se nos abren mas posibilidades de conocer gente, de entablar conversaciones y afianzar lazos. Como broche de oro, el hecho de saber que habrá un final tarde o temprano nos agiliza el espíritu y nos libera la personalidad.
Los amores de verano se presentan cuando de un flechazo conocemos a alguien que de un día para el otro apareció en nuestro camino, en plenas vacaciones y con aquellos detalles que nos atraen y nos provoca pensar que fue el momento perfecto para el encuentro. Se presentan esos sentimientos contrariados que saben que las vacaciones duran poco, que el verano se termina y que todo vuelve a la rutina. Esa persecución del final de los días, de sentirse extasiado ante algo tan repentino, tan fuerte, tan seguro y a la vez tan confuso es una mezcla perfecta para ocasionar ese amor de verano. Todo se ve perfecto, eliminamos errores y problemas, los anulamos aunque los tengamos a la vista y buscamos disfrutar cada momento.
Finalmente llega la despedida. Distancias, vuelta a la realidad, errores que ahora vemos con claridad, confusiones y porque no, novios, nos hacen aterrizar y concluir que todo terminó. Lo bueno dura poco pero a veces quizás es para mejor.
Hay amores de verano que se destacan por ser algo tan efímero y hermoso por no tener tiempo para conocerse, por no poder comprender diferencias hasta que lo último que se dice es un Adiós. Pero más allá de los incontables finales trágicos, por sobre todas las cosas estos amores son inolvidables simplemente porque vivimos en una fantasía para rememorar.
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Para tu regreso Kevin, quiero que escribas sobre el cambio rápido que hay hoy en dia entre la gente joven de hoy en dia y alrededor de 10 años atrás. (jaaa!)

lunes, 14 de enero de 2008

Resumen

Prendas:

Fumar, ese castigo placentero por Ed.Scar
Juguetes de la niñez: De Colección por x Noelia x
Escribir por Chebing

Otros textos:
Blur - El Enmascarado por Chebing
The Love of My Life por Chebing

Las vacaciones, distancias y demás asuntos técnicos alargan los posteos, así que por ahora los resumenes van a ser más esporádicos. Como siempre, visitas y comentarios agradecidos.

Felices vacaciones!

viernes, 11 de enero de 2008

The Love Of My Life


The Love Of My Life
By Chebing


Este texto es sobre el amor, o mejor dicho, sobre un aspecto muy particular de él. Está referido a encontrar lo que uno piensa que es el amor de su vida y que por distintos motivos no puede ni siquiera comprobarlo. En otras palabras, un amor no correspondido o prohibido, si así se quiere.

Personalmente considero que en alguna parte del mundo existe esa persona tan especial con la que voy a querer pasar todos los días de mi vida, aquella “alma gemela” o “media naranja”, aquella que sea “perfecta” subjetivamente hablando.

A tan corta edad y con tan poco conocimiento de temas del amor, me es imposible determinar la existencia de semejante diosa entre plebeyos, pero en el supuesto caso que esta “diosa” sea real, ¿qué me asegura de que voy a pasar todos los días a su lado?

O sea, yo sé que si encuentro a una mujer así voy a querer estar con ella pase lo que pase, pero hay situaciones que a uno se le van de las manos, entonces empiezan a presentarse ciertas incógnitas, por ejemplo, ¿Qué pasa si esta mujer vive a mil kilómetros de donde yo vivo, y la conocí de casualidad cuando estaba de viaje? Está bien, hay que ser justos, es difícil darte cuenta que una persona es tu media naranja en el transcurso de unas vacaciones, sin embargo, no es algo que no me haya pasado, o por lo menos, que no me haya pasado por la mente.

Entonces estas preguntas, miedos o como sea que las llamemos siguen dando vuelta por mi cerebro, y verdaderamente me atormentan; ¿Qué pasa si esta diosa en forma humana está casada o si simplemente no me considera a mí como el amor de su vida? Y así pueden haber muchos más ejemplos.

Para resumir, lo que intento decir es que ya es muy difícil conocer a una mujer digna de semejante título como para que encima todos los planetas, estrellas, constelaciones, soles, cometas, meteoritos, etc. se alineen en perfecta armonía y ella pueda ser finalmente mi pareja, esposa, novia, amante, concubina, mistress, lo que venga, pero algo.

Entonces, para una persona obsesionada con los números (como yo) esto representa un porcentaje extremadamente bajo de encontrar a esa mujer ideal, y que encima no haya ningún impedimento para que podamos salir y que finalmente salgamos. En otras palabras, quizás sí existe el amor ideal, la media naranja, quizás todos estamos destinados a tener una persona así, pero es demasiado difícil coordinar ambas vidas para que todo termine en: “And they lived happily ever after” (Vivieron felices para siempre)

Por último, me gustaría dejarles una reflexión y una frase que, personalmente, algún día me gustaría decirle a esa persona que tiene el título de: “Parece ser el amor de mi vida” pero que por distintos motivos, jamás lo voy a poder comprobar;

“Nuestros destinos se han entrelazado, pero jamás unido”

martes, 8 de enero de 2008

Escribir


Escribir
By Chebing


Respondiendo a la prenda de mi queridisima colega x Noelia x, paso a describir el proceso de escribir.

Dicen que en la vida de todo hombre hay que tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro; Hoy vamos a hacer referencia al último punto.

Cuando escribimos estamos transmitiendo muchas cosas, desde una idea, un concepto, hasta nuestros pensamientos, prejuicios y todo aquello que hace que nuestra escritura sea diferente del resto.

Las motivaciones para escribir son diferentes según las personas, y según el momento en la vida de cada una. Están los que lo hacen para compartir algo, otros para ganar dinero, a veces para expresar cosas que por otro medio les sería imposible, pero, muchas veces, son muchos motivos mezclados en distintas proporciones.

Según la inspiración del momento y la facilidad que tengamos para escribir, un texto nos puede llevar relativamente poco tiempo o nos podemos “atorar” sin poder plasmar nuestras ideas de una manera fiel sobre el papel. En cualquier situación, es uno de los mayores placeres que brinda la escritura volver a leer nuestro trabajo y darnos cuenta que salió exactamente como queríamos, o quizás mejor.

Después viene la publicación, que consiste en llevarlo a las editoriales en el caso de los más profesionales y en mostrárselo a colegas interesados en el caso de los más amateurs. Este es un momento de muchos nervios, porque es cuando nuestra obra ve la luz por primera vez y nos sometemos al juicio de personas que quizás, simplemente por una cuestión de gustos, no consideran bueno nuestro texto.

Además, hay que tener en cuenta que un texto se puede leer de muchas maneras diferentes, y que quizás nuestra idea principal se perdió entre sus oraciones, logrando que se malinterprete y que no alcance con las expectativas que teníamos sobre él. Pero en el caso que los lectores disfruten del texto y éste sea de su agrado, no hay nada mejor que recibir los elogios post-escritura, los cuales no sólo nos hacen sentir bien y orgullosos, sino que nos alientan a empezar el proceso nuevamente.

En resumen, todo el mundo puede escribir, no hace falta tener un motivo más que ganas de hacerlo, y sin importar cuál sea el resultado, nunca hay que desalentarse, sino que hay que intentar superarse.


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Prenda para x Noelia x: Me gustaría que durante estos días su prenda sea pasarla lo mejor posible en las vacaciones y dejar el blog en nuestras manos, no se preocupe, lo cuidaremos ;)

Prenda para Ed.Scar: Me gustaría que escriba sobre el destino.

jueves, 3 de enero de 2008

Blur - El Enmascarado


Twisted Ink Productions
Presents
:

Blur - El Enmascarado.
By Chebing


Todavía faltaban un par de cuadras para llegar. Se hacía interminable el trayecto; la ansiedad se estaba tornando un martirio y debía saber ya que era lo que estaba ocurriendo.

Antes de continuar por mi sendero cargué el revolver, tomé unos segundos para meditar y seguí mi camino. Necesitaba saber qué había pasado y empecé a recordar los detalles que habían desembocado en esta situación.

Todo había empezado con el enmascarado, él era el responsable, me acosaba, me observaba, se escabullía por los arbustos y se metía en mi casa. No sabía qué quería de mí, pero tenía que acabar con su vida antes de que él acabe de con la mía. Apuré el paso, Samanta estaba sola en la casa y no podía darme el lujo de perderla, ella era todo lo que tenía.

Finalmente pude ver mi casa, como de costumbre todas las ventanas estaban abiertas, sin embargo, pude observar que alguien había puesto una de mis pinturas contra el ventanal del estudio, y era visible desde mi posición. Inmediatamente supe que el responsable era el enmascarado, ya que la pintura en exhibición era la misma que estaba pintando cuando todas estas pesadillas empezaron; “la pintura del diablo” así la llamé, y tenía más que suficientes razones para hacerlo.

Llegué a la puerta, estaba abierta de par en par. Entré sigilosamente, con el arma en la mano y empecé a recorrer la casa. Estaba todo en la más absoluta de las oscuridades, y no podía encender ninguna luz, el enmascarado no debía saber que yo había llegado. Inmediatamente me dirigí hacia mi habitación en busca de Samanta, subí los escalones lentamente, sin hacer ruido, terminé en frente de la puerta de mi cuarto, sólo un poco de madera me separaba de la verdad.

Tomé el picaporte, no sabía si abrir la puerta rápidamente o bien despacio, opté por la segunda opción. Sin hacer ningún sonido, pude lograr mi objetivo. Lo primero que noté fue que el cuarto estaba exactamente como lo había dejado y que Samanta estaba acostada. Me acerqué a ella, estaba tapada de pies a cabeza, toqué su hombro y le dije: “Mi vida, debemos apurarnos, no preguntes nada e intenta mantener el silencio”, pero ella no respondía.

Me asusté, retrocedí, no sabía que pasaba, pero debía ser cauteloso. Me puse a los pies de la cama y de un tirón con la mano izquierda, mientras apuntaba hacia Samanta con el revolver en la mano derecha, saqué el cubrecama que escondía la identidad de la persona acostada. Pude ver el cuerpo de Samanta, acostada boca abajo en las sombras de la habitación, me sentí aliviado. Agarré uno de sus pies con mi mano, y tiré de él para despertarla, sin embargo la pesadilla recién había comenzado.

Se despertó, se dio vuelta y se abalanzó sobre mi, rápida y violenta, con los brazos extendidos para golpearme, y entonces lo vi, no era Samanta, era el enmascarado. Actué tan rápido como mis reflejos me lo permitieron, disparé, una, dos, tres, cuatro veces, el atacante enmascarado quedó al lado mío, con el cuerpo sobre la cama, pero la cabeza casi en el suelo.

Con mucho miedo dejé el arma en un estante y procedí a desenmascarar al asesino, agarré su cabeza, la levanté y aún así no encontré mascara alguna. Me agaché para mirar la cara del muerto, levanté su cabeza un poco más y de repente mis miedos se confirmaron, no había mascara, sólo la cara Samanta.

Lágrimas brotaban de mis ojos, tomé el revolver y juré encontrar al asesino, encontrarlo y destruirlo, el crimen no podría quedar impune. Empecé a correr hacía el estudio, gritando, gritando y amenazándolo, retándolo a que me confronte. Corrí por toda la casa, llegué a destino. Con un encendedor me acerqué al ventanal, miré la pintura por última vez, y dejé que las llamas consuman la pintura, el lienzo, el sudor, el miedo, todo lo que la había hecho posible. Mientras el fuego hacía arder la pintura, solté una carcajada, luego, empecé a reírme, cada vez más y más fuerte, riéndome de mi victoria, de mi derrota, de mí, de la pintura, del hombre enmascarado.

Sabía que faltaba algo, un último paso, observé el ventanal de la misma manera que lo había hecho la primera vez que vi al enmascarado, y de repente, como si lo hubiera conjurado, ahí estaba. Me miraba, se reía, apunté, apreté el gatillo y con el sonido de los cristales cayendo al suelo, rompí el ventanal, rompí el reflejo del enmascarado, pero no era suficiente, simplemente no lo era.

Apreté el gatillo una vez más, por última vez, caí al suelo, perdí la conciencia, perdí todo, excepto mi orgullo, eso jamás me lo podrían quitar, el orgullo de haber vencido al enmascarado en su propio juego, el de aparentar ser algo más.

miércoles, 2 de enero de 2008

De Colección


Respondiendo a la prenda de Ed.Scar decidí escribir un relato transmitiendo lo que creo que representan o representaron los juguetes en nuestra vida.

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De Colección

Érase una vez un pequeño muñeco de acción muy bien conservado, colocado con sus presillas de seguridad en la caja del juguete, muy colorida por cierto. Su creador lo había decidido llamar Guerrero del Pasado. Este ejemplar de la colección de Guerreros Míticos había sido elegido como uno de los más buscados en lo que se refería a artículos de colección. Eran piezas únicas; los ejemplares eran escasos. Desde su nacimiento en la fábrica de juguetes, sus días los había pasado guardado en una caja de cartón, esperando a ser entregado a alguna juguetería prestigiosa puesto que esta fábrica hacía objetos de calidad excepcional. Fue así como a los dos meses la oscuridad fue luz y sus días se convirtieron en semanas esperando a algún comprador en los estantes del local de muñecos de colección NuncaJamás.
Dos sábados previos a Navidad una mujer rubia había llegado al lugar, observando apurada por todos lados. El empaque llamativo de Guerrero del Pasado fue esencial para la decisión del cliente, quien lo tomó y lo pagó, pese a sus sendas críticas por tan alto precio.
Envuelto en un papel de regalo, el muñeco esperaba ansioso por saber quién sería su nuevo dueño. Poseerlo era una oportunidad que no todos podían tener. Nochebuena llegó y el joven desgarró el papel, descubriendo lo que tanto ansiaba. Su madre estaba aliviada, no estaba segura de si ése era el objeto que su hijo tanto había buscado. El Guerrero fue observado de pies a cabeza, sacado cuidadosamente de su caja; el joven sabía lo que tenía en sus manos, era un coleccionista muy meticuloso. Aprobado el juguete, lo devolvió a la caja y lo llevó a su habitación. El Guerrero observó a sus nuevos compañeros de estante. Eran Guerreros Míticos, algunos dragones, magos poderosos y una pequeña muñequita pelirroja. Esta última llamó la atención del juguete nuevo. El joven colocó con precisión a su artículo junto a los otros Guerreros, sonrió con regocijo y tomó con violencia a la muñequita. Ella no pertenecía a ese lugar. Cuando no hubo gente en la habitación, a lo lejos se podía escuchar al joven y a una aparente niña de no más de diez años:
- ¡Camila! No me dejes más tus cosas en mi cuarto, ¿entendés?
- ¿Qué te dejé en tu cuarto?
- ¡A tu muñeca! Deja de tirar tus cosas por cualquier lado, mi colección es muy cara, entendelo.

Los demás muñecos fueron amables en comentarle al nuevo integrante que Camila era la hermana de Hernán, el coleccionista. Se escabullía en su habitación para observar a los muñecos y jugar con su juguete, su muñeca pelirroja. Luego la dejaba junto a ellos para pretender que era tan magnífica como pretendían ser aquellos artículos inamovibles. Fueron sólo los primeros meses de orgullo los que provocaron un sentimiento de superioridad frente a la muñequita pelirroja de Camila y su suciedad y enmiendas constantes en su cuerpecito de trapo. Pero la prisión de plástico y las presillas de seguridad demostraron la inferioridad real en la que se encontraban aquellos juguetes que jamás participarían de alguna batalla o guerra fatal.
En sus celos idearon un plan maligno. Harían desaparecer al juguete de Camila. Querían asustarla y terminar con tanto despliegue de libertad.
Guerrero del Pasado no quería ceder frente a esta verdad. Estaba seguro de que Hernán les tenía un futuro digno de su colección. Los demás Guerreros anhelaban moverse, pero no comprendían que su destino era otro. Guerrero del Pasado sí lo entendía. Así lo decía siempre. Es así que quiso probarse ante todos y demostrar su verdad. Él también desaparecería y demostraría lo importante que era su presencia en aquel estante para su dueño.
La misma noche que arrojaron a la pelirroja al suelo para verla destrozarse en la boca del perro de Hernán, Guerrero del Pasado se escondió en una tablilla de madera suelta en el piso de la habitación. Al día siguiente el caos fue agotador. Camila lloraba por toda la casa, tristemente sosteniendo entre sus manos a su muñequita arruinada, mordida y amputada. Hernán la culpaba a ella de la desaparición de su Guerrero y entre lágrimas ella juraba que no tenía idea de qué le había pasado. Se sentía culpable de todo puesto que su hermano le había advertido miles de veces de no dejarla allí y además esa colección era tan valiosa para él.
La madre de los dos remendó en media hora a su muñequita pelirroja y la vida le volvió a la cara. Camila agradecida, le pidió un favor a su madre y juntas salieron por una tarde mientras Hernán, fastidiado, permaneció encerrado en su habitación sin hablarle a nadie.
Bajo la tablilla de madera, Guerrero del Pasado se preguntaba porqué no se molestaba en buscarlo. Era su último objeto de colección, el que la completaba. ¿Cómo no lo buscaba?
Dos noches pasaron; el cumpleaños de Hernán llegó. Entre todos los amigos del joven, su hermana menor, la dulce Camila, apareció y avergonzada le entregó un paquete. Hernán, comprensivo, la abrazó. Rasgó el papel y lo que ya suponía apareció. Era Guerrero del Pasado, la pieza faltante de su preciada colección. Sonriente, besó a su hermana en la mejilla y le pidió perdón por haber sido tan agresivo con ella. Ella lo abrazó y le pidió perdón también.
Terminada la fiesta, Hernán entró en su habitación para descansar, pero no sin antes colocar su más lindo obsequio de cumpleaños: Guerrero del Pasado. Mirándolo con cariño, sonrió para sí pensando que su pequeña hermana había seguramente tomado dinero de sus ahorros para poder comprar eso para él y desde ese día supo que aquel iba a ser su objeto de colección predilecto.
Se recostó en su cama, cerró los ojos y se durmió.


Bajo la tablilla de madera, el antiguo y olvidado Guerrero del Pasado observó como había sido un mero objeto de decoración, sin ningún tipo de apreciación o amor. Comprendió entonces a Camila y la pelirroja muñeca, comprendió a sus antes compañeros de estante y solitario en la oscuridad, apresado en su caja, cerró los ojos y se durmió.
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Le dejo la prenda a Kevin de escribir sobre el tema de precisamente, Escribir.
Saludos!